SALVADOR SABRIÀ / BARCELONA 8 de abril de 2016
(noticia publicada en El Periódico) Si en 1992 le hubiesen dicho al fundador de PGI Grup y actual presidente Josep Juliol que la sociedad de ingeniería que acababa de crear en Girona se convertiría al cabo de dos décadas en un referente internacional en sus especialidades posiblemente no se lo creería. Pero esta es la realidad de este conjunto de sociedades de ingeniería, ahora con sedes en Barcelona, Girona, Madrid, Reus y también en Casablanca (Marruecos), Lima (Perú), La Paz y Potosí (Bolivia), México DF y con filiales asociadas o otras compañías del sector en Francia y Suiza. Y con proyectos en marcha en cuatro continentes.
El 2015 cerró con ingresos por valor de 11,1 millones de euros y este ejercicio espera alcanzar los 12 millones. De momento, algunos proyectos ampliados u otros de nuevos apuntan a que este objetivo podrá cumplirse. Entre las novedades destacan el nuevo hotel Mandarin en Londres, la ciudad sanitaria a 800.000 metros cuadrados en Kuwait o varios hospitales en Bolivia.
PGI creció primero en España y en el 2004 se lanzó a la aventura internacional con una filial en Miami. Pero no funcionó como esperaban sus promotores. Acabaron cerrándola pero les dio las claves para lanzarse a una internacionalización diferente, muy vinculada a los países en los que logró proyectos y junto a socios locales. En el 2007 llegaron a tener a 300 empleados. La dureza de la crisis les afectó de lleno por el freno a nuevos proyectos y la empresa quedó reducida a un centenar de profesionales.
Tras consolidar la expansión internacional ahora vuelven a crecer, la plantilla ya supera las 150 personas y la mitad de su facturación proviene del extranjero. “Apostamos por la tecnología BIM (Building Information Modeling), procedente del mundo industrial y la adaptamos a la construcción. Integra todos los cálculos necesarios para construir un edificio, desde el proyecto arquitectónico hasta las especialidades, como sistemas eléctricos, mecánicos y otros». Permite tener una visión más global del proyecto y detectar en tiempo real cualquier inconsistencia en el diseño o la ejecución del proyecto. “El hecho de ser de los primeros en utilizarla a fondo, para lo que ha sido necesaria mucha inversión en equipo y en formación, nos ha sido muy útil para países emergentes” explica Frederic Gil Banús, director general de PGI.
El grupo “es totalmente independiente”, recalca Gil, aunque en varias ocasiones hayan acompañado a grandes constructoras españolas. “Nuestro éxito no se ha basado en exportar nuestros proyectos, sino en hacerlos en cada país, con nuestra experiencia, adaptados a la zona y viables allí”. En Potosí, por ejemplo, el hospital que diseñan a 4.000 metros de altitud, tiene en cuenta factores como que la menor presión atmosférica hace que la distribución de los gases medicinales sea muy diferente y que las instalaciones deban adecuarse a este fenómeno. “Somos pequeños y rápidos, muy especializados, y esto junto con el prestigio logrado en estos años nos da mucha vida”, destaca el director general.
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